27 de diciembre de 2010
Creer.
23 de diciembre de 2010
GuaaU
Todo lo miden con una media, buscan máquinas.
Cuando lo útil es lo único que nos da valor, es porque estamos definitivamente sincronizados, somos la servidumbre del implacable, de lo sutilmente poderoso. Difícil desengranarse.
Y no saben que es mejor detenerse y morir de sed, que avanzar y morir ahogado.
Pongo a prueba a todos quienes se filtran la boca y van por atrás picando, ya no le queda nada a su supervivencia divina.
11 de diciembre de 2010
7 de diciembre de 2010
Hay mis sentidos sin sentido.

¿De qué sentido podría prescindir? Hay, son todos tan indispensables, el modelo perfecto de adaptación y supervivencia mandado por la naturaleza. Cotidianamente uno prescinde de tantas cosas, y a la vez constantemente necesitamos algo, pero ¿nada de lo que necesito podría suceder sin mis sentidos?. Es como el agua, fuego, aire y tierra. Como el blanco y el negro. Se retroalimentan y se necesitan. Se destruyen y se recrean. Cuando absorbemos todo lo que nos arroja la naturaleza, no terminamos de saciar nuestros deseos, y no sabemos para qué fuimos creados. Que poco precisa esa palabra “creación”, es pura incertidumbre y circularidad.
Abusamos de nuestra carne y del contenido que subyace entre nuestros huesos. Cuando ya no cabe más en nosotros, creamos una nueva forma de dominar lo extrínseco a nosotros. Somos tanta potencia… creemos en tantas “verdades”… inventamos tantas explicaciones que satisfagan nuestras carencias naturales… que quedamos sobrepasados por nuestra existencia.
Gracias a mis 7 (aproximadamente) sentidos que retrocedo, rezo, me alimento y amo. Me apodero de lo que adoro, lo adhiero a mi cuerpo y lo utilizo para medir mi ego (que reniego).