7 de diciembre de 2010

Hay mis sentidos sin sentido.


¿De qué sentido podría prescindir? Hay, son todos tan indispensables, el modelo perfecto de adaptación y supervivencia mandado por la naturaleza. Cotidianamente uno prescinde de tantas cosas, y a la vez constantemente necesitamos algo, pero ¿nada de lo que necesito podría suceder sin mis sentidos?. Es como el agua, fuego, aire y tierra. Como el blanco y el negro. Se retroalimentan y se necesitan. Se destruyen y se recrean. Cuando absorbemos todo lo que nos arroja la naturaleza, no terminamos de saciar nuestros deseos, y no sabemos para qué fuimos creados. Que poco precisa esa palabra “creación”, es pura incertidumbre y circularidad.

Abusamos de nuestra carne y del contenido que subyace entre nuestros huesos. Cuando ya no cabe más en nosotros, creamos una nueva forma de dominar lo extrínseco a nosotros. Somos tanta potencia… creemos en tantas “verdades”… inventamos tantas explicaciones que satisfagan nuestras carencias naturales… que quedamos sobrepasados por nuestra existencia.

Gracias a mis 7 (aproximadamente) sentidos que retrocedo, rezo, me alimento y amo. Me apodero de lo que adoro, lo adhiero a mi cuerpo y lo utilizo para medir mi ego (que reniego).

2 comentarios:

martina p.r. dijo...

ay, leo contradicciones

Absurdá dijo...

como si yo fuera tan coherente. Ay, porque "hay"? no logro captar bien el caracter