2 de febrero de 2011

La vida no existe.

Estoy harta de que la nombren, que la lloren, que la veneren, que la culpen y que la asuman,

En sí no existe. En lo extrínseco y perpetuo de la palabra, existe.

Pero no es bueno confundir lo biológicamente comprobable, con lo sentiente e invisible.

Lo inexistente ¿Quién tiene la espada que lucha por manifestarse?

Y si no la veo, o no se existir simplemente, ha sido malo que me lo escupan en los ojos,

Ellos viven en rojo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón amiga y para demostrartelo divide un lápiz por ejemplo por la mitad, luego nuevamente y nuevamente... ¿hasta donde puede seguir?. Infinito ¿cierto?. Entonces los limites son ilusiones.
Saludos Camila.

Fernando Almahsan.

Absurdá dijo...

los limites son ilusiones...me gusta eso...
y me refiero tambien a un tema de lenguaje , las palabras que decimos como "clichés" que terminan por significar NADA y por homogenizar las concepciones existenciales que tiene la gente... por asumir y absorber todo lo repetido y socialmente consensuado... saludos!