Percibo el olor a un alimento existencial patológico inclusivo y otro de tipo exclusivo (...)
(...) Apártate en un manicomio, o en las periferias de tu país, ahí serás igual que las hojas de los árboles. Y quizás sirvas de abono para que germinen más seres inclusivos, y sigas siendo un residuo existencial. El cuerpo reseco y la mente vibrante es la combinación perfecta para los especialistas. Esos que machacan, que inventan bloques para apilar las almas.
Yo tal vez prefiera el limbo de la dicotomía, o la certidumbre aparente. Parece que soy más falaz de lo que creía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario